Supongo que a  mas de uno le habrán abandonado en ciertas ocasiones la Musas, esos seres que hacen que de vez en cuando y estando en comunión con ellas fluyan las palabras y ademas tengan sentido, que no es poco, es entonces cuando logramos el resultado apetecido y la dicha de haber realizado algo digno de ser leído.Bueno esto ultimo ciertamente de manera unilateral porque el hecho de que lo creamos no significa que seamos la mayoría de las veces mas que meros seguidores de ilusiones no alcanzadas, pero vale, no vamos a ser duros con nosotros mismos que para eso ya se encargaran los de las garras en la garganta.
Juguemos a intentar escucharnos a pesar del ruido ambiente y construyamos  frase a frase lo mejor de nosotros mismos con el animo receptivo.Pero ante todo debemos seguir aquí,simplemente porque en este campo de papel cibernetico donde los sentimientos se desnudan para vestirse con nuestro espíritu muchos hemos encontrado una ventana al cielo por construir, y vamos escribiendo entrada a entrada para elevarnos y tocar el ansiado paraíso de la felicidad sencilla.
A través de los  años nos convirtieron en seres superficiales fruto  de espejismos bien planificados aprendiendo a no aprender lo verdaderamente importante,  algo impropio de nuestro destino de almas, pensadas para brillar en la sabiduría del conocimiento que anida como chispa en nuestros corazones.
Y aquí y ahora con  otro pedazito de nuestra pequeña historia tratamos de seguir adelante, que sea para bien y nos fie el destino la suficiente cordura para no perder el norte, pues largo es el viaje y los tropiezos constantes.